Cooperación contra el coronavirus
La aparición de un nuevo virus altamente contagioso, el COVID-19, ha dado la vuelta al mundo en poco tiempo provocando miles de muertos.
La pandemia es global y las consecuencias también serán globales. Las previsiones de Naciones Unidas anuncian efectos devastadores en países sin sistemas públicos de salud y protección social fuertes para responder a la extensión del COVID-19 entre su población. Una situación que también afecta a la población desplazada interna o demandante de asilo en terceros países que sobrevive hacinada en campos de refugiados saturados donde no existen condiciones de higiene y salubridad para evitar el contagio. Pero la afectación no solo será sobre la salud sino que generará una recesión económica global, y en consecuencia, un aumento de la pobreza, el desempleo, el desabastecimiento, y la falta de alimentos y de productos de primera necesidad en los países menos desarrollados.
En un contexto global, abandonar a la población de los países del sur a su suerte no es una opción. Por esta razón, una vez salgamos del estado de alarma en nuestros territorios tendremos que concentrar nuevamente nuestros esfuerzos solidarios en ayudar a otros pueblos y países menos preparados para resistir los efectos del coronavirus.
Si no actuamos globalmente, el riesgo que el COVID-19 rebrote o que aparezcan nuevas pandemias será cada vez mayor. Vivimos en un mundo hiperconectado donde las enfermedades contagiosas pueden emerger en cualquier lugar y extenderse por todo el planeta. Y si algo aprendimos durante la pasada crisis económica y el posterior ciclo de recortes es el terrible efecto que tuvieron las políticas de contención del gasto sobre la sanidad pública, dejando la población más desfavorecida en situación de enorme vulnerabilidad. Ahora que pagamos las consecuencias de esos recortes es un buen momento para replantear la estrategia, reforzando los servicios sociales básicos y las políticas públicas de cooperación y solidaridad.
Para responder a este reto debemos poner en valor la capacidad de los gobiernos locales en la gestión de servicios fundamentales, especialmente en momentos de crisis, mediante políticas públicas que garantizan el acceso público al agua y saneamiento, la recogida y tratamiento de residuos sólidos, la gestión y prevención de riesgos y desastres, o el desarrollo económico local, entre otras. Y reforzar la acción global de los gobiernos locales impulsando políticas de cooperación con los municipios de otros países es vital para que estos puedan responder a los mismos desafíos.
En este sentido, la Confederación de Fondos de Cooperación y Solidaridad y los diferentes Fondos que la integran, somos actores estratégicos a la hora de desarrollar acción política global y compartir las capacidades técnicas de los gobiernos locales, ejecutando políticas de cooperación y solidaridad para paliar el impacto de la pandemia del COVID-19 y sus efectos en los municipios de los países con los que cooperamos. Como red municipalista experimentada que dispone de capacidades instaladas en los países del sur, alianzas internacionales y un tejido asociativo colaborador amplio, generamos resiliencia en las comunidades con las que trabajamos, reforzando la capacidad de respuesta de los gobiernos locales socios.
Ante la amenaza de la COVID-19, desde los Fondos de Cooperación y Solidaridad podemos contribuir a evitar futuros rebrotes y a contener el riesgo de la extensión de la próxima pandemia global, pero nuestra actuación no solo se limita a la respuesta sanitaria inmediata, sino que se basa especialmente en el fortalecimiento de las capacidades locales en la gestión de servicios básicos de proximidad para afrontar cualquier crisis global con impacto local.
Por esta razón, desde la CONFEDERACIÓN DE FONDOS DE COOPERACIÓN Y SOLIDARIDAD planteamos a los gobiernos municipales y supramunicipales, alcaldes y electos locales, firmar y apoyar el presente manifiesto como instrumento de posicionamiento del municipalismo solidario para incidir en la agenda global y comprometerse con la cooperación al desarrollo como mecanismo de respuesta para vencer la COVID-19 y fortalecer la institucionalidad local de los países menos favorecidos, colaborando con los procesos locales alineados con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, garantizando los derechos humanos y la apertura de vías sanitarias seguras para asegurar refugio a quien se ve forzado a migrar.
En consecuencia, los abajo firmantes hacemos una llamada a que las administraciones locales mantengan su compromiso humanitario y refuercen sus políticas de cooperación al desarrollo y solidaridad internacional para erradicar esta y otras pandemias que azotan el planeta. Hasta que todos estemos a salvo nadie estará a salvo. Solo saldremos juntos actuando globalmente.
Descargar el manifiesto «Cooperación contra el coronavirus» (clica aquí)
Mayo , 2020